Anna ha desarrollado una pasión por la escultura gracias al tiempo que pasó en el taller de su padre Agostino. Durante sus años en Carrara, edifica su propia trayectoria artística eligiendo el mármol como material para moldear, el origen y la metamorfosis; una fuente de inspiración más allá de la figuración tradicional, delineando curvas suaves llenas de vitalidad orgánica y formas emblemáticas en las que la centralidad de La naturaleza emerge viva.

A través de los años, participa en varios simposios y pasantías de escultura, y exhibe en diferentes lugares, como: Palazzo della Regione Lombardia en Milán, Isola del Garda, Museo del Botticino en Rezzato, Studio Artistico Ponte di Ferro en Carrara. En 2017 ella gana el 1er premio en el segundo simposio de esculturas organizado por «MARGRAF» en Chiampo (Vicenza) y también el 1er premio para la exposición de esculturas «CONTEMPORANEAMENTI» para menores de 35 años, organizado por la fundación l’Arsenale en Iseo (Brescia). Desde 2011 colabora con el escultor Agostino Ghilardi en la realización de esculturas públicas y privadas.